sábado, 8 de junio de 2013

1 de 3: Tarta de queso.

¡¡Holaaaaaaaaa!!

Por fin estoy aquí de nuevo después de casi una semana, pero en compensación os traigo el blog cargadito de recetas.

Esta semana hemos hecho nada más y nada menos que 3 postres, y hoy se avecina otra aventura en la cocina: La lasaña. Sé que no es un plato dulce, pero tiene su mérito hacerla casera, así que compartiré la experiencia con vosotros.

Como decía, esta semana ha sido bastante atareada en eso de los postres. El miércoles Dani y yo nos reunimos en la cocina con un claro propósito: Hacer una tarta de queso para el cumpleaños de su hermana, y  hacer otra de petit suisse para nuestro mesaniversario. (A veces somos un poco cursis, ya lo sé...)

Nos pusimos manos a la obra, y a pesar de algún que otro contratiempo (el relleno de la tarta de queso al principio parecía que no iba a cuajar por estar demasiado líquida), conseguimos hacer las dos tartas y el veredicto fue: ¡¡Ricas, ricas!!

La receta número 3 la hice yo sola ese mismo día por la noche. Mi madre me había conseguido unos cuantos arándanos, y como a Dani le encanta la cocina americana, me propuso hacer una tarta de arándanos.




Como son bastantes recetas, y resultaría muy lioso ponerlas todas en una misma entrada, escribiré cada uno en una diferente. Comencemos con la tarta de queso:


Para la base de galleta:

  • 1 paquete de galletas (pueden ser integrales o no, eso va por gustos)
  • Abundante mantequilla
Para el relleno:
  • 1 sobre de gelatina neutra
  • 200 ml. de nata montada (1 paquete)
  • 500 g. de queso de untar (2 paquetes. Preferiblemente Philadelphia, pero cualquier otro tipo de queso de untar también valdría)
  • Mermelada (o cualquier otra confitura)
  • 180 gr. de azúcar

Trituramos las galletas hasta que queden lo más finas posibles, podemos trocearlas antes con un tenedor para que a la hora de triturarlas nos cueste un poco menos.
Ponemos una sartén a fuego alto con abundante mantequilla hasta que ésta se derrita.
Cuando esté completamente derretida, incorporamos las galletas troceadas hasta conseguir una masa que nos servirá de base para nuestra tarta.




Colocamos la masa en la base del molde, cubriéndola toda de forma homogénea, y dejamos enfriar mientras hacemos el relleno.



El siguiente paso será hacer la gelatina: (Os pongo las instrucciones ya aquí para que os sea más fácil)
  1. Vaciar el contenido del sobre en un bol que esté seco.
  2. De 500 ml. de agua separar una taza y añadirla a la gelatina del bol.
  3. Poner el resto del agua en un cazo al fuego hasta que hierva.
  4. Retirar del fuego y verter el agua en el recipiente de la gelatina.
  5. Remover hasta su completa disolución y dejar enfriar un poco antes de su utilización.
A continuación, ponemos la nata a calentar en un cazo a temperatura media-alta, sin que llegue a hervir en ningún momento, añadimos el azúcar poco a poco y removemos.
Después incorporamos, también poco a poco, los 500 g. de queso de untar, y a continuación la gelatina.


Una vez terminada la mezcla, la echaremos en el molde que ya tenemos preparado con la base de galleta. Dejamos enfriar en la nevera unas 6 horas y una vez cuajada la tarta, extendemos la mermelada por toda la superficie.


Del resultado final solo tengo la primera foto que aparece en la entrada, pero tiene buena pinta, ¿verdad?
Con esto, doy por finalizada la entrada 1 de 3.
Besitos dulces para todos.

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