Buenos días.
Sé que es la hora de comer, y que algunos (como yo) os estaréis muriendo de hambre, pero es que la receta que os traigo no podía esperar más.
Hoy os escribo la primera receta salada del blog: lasaña de carne. Debéis saber que la receta la escribo yo, pero el mérito no es mío. El mérito es de Dani. Él se lanzó a hacer lasaña por primera vez, mientras yo más que cocinar, lo documentaba.
El resultado fue estupendo, a pesar del miedo que tenía(mos) a que la bechamel se cortase. He de decir, incluso, que sabía mejor que la que hace mi progenitora, ¡así que imaginad!
Y ahora, para acabar pronto y no ser más cruel, os dejo con la receta:
Para la lasaña:
- 2 ajos (opcional)
- 800 gr. de carne
- 1 bote de salsa de tomate
- 1 paquete de placas para lasaña (nosotros utilizamos 18 placas de un paquete de la marca Gallo)
- 1 paquete de queso para gratinar
Para la salsa bechamel:
- 4 cucharadas de harina de trigo
- 50 gr. de mantequilla
- 1/2 litro de leche
Precalentamos el horno a 180ºC.
Picamos el ajo muy fino, y lo incorporamos en una sartén a fuego alto.
Cuando esté un poco doradito, añadimos la carne y esperamos a que se haga. Debemos remover la carne constantemente para que no se pegue a la sartén, y para que los ajos queden bien integrados.
A continuación, añadimos la salsa de tomate y seguimos removiendo un minuto más. Reservamos.
A continuación, debemos preparar las placas. Para ello debemos sumergir las placas una a una (sino se pegarán) en agua caliente durante 20 minutos y después retirar el agua.
Cuando las placas estén listas las colocamos en el molde, y montamos capas de lasaña y de carne. Podéis hacer tantos pisos como queráis. (Aunque a nosotros solo nos dio para dos)
Cuando tengamos montado el cuerpo de nuestra lasaña, prepararemos la bechamel.
En una sartén a fuego alto derretimos la mantequilla. Cuando esté totalmente derretida añadimos la harina y removemos. Cuando esté todo mezclado, y sin dejar de remover, añadimos la leche. Seguimos removiendo hasta que quede una masa algo espesa. Si véis que en vuestra masa quedan grumitos, podéis pasarla por la batidora.
*Nota: Es importante no dejar de remover en ningún momento, y siempre a la misma velocidad, ya que sino se nos puede llegar a cortar la bechamel. Si quedase algo líquida, se le podría echar más harina.
A continuación, echamos la bechamel encima de nuestras lasaña, y extendermos con la ayuda de una cuchara.
Después, echamos el queso para gratinar y lo dejamos en el horno 10/15 minutos.
Qué, tiene buena pinta, ¿eh? Pues porque no la habéis probado...
Del resultado final ya he puesto foto, pero para dejaros con los dientes largos y que os dé ganas de hacer lasaña, aquí os dejo otra.
Aquí está él todo orgulloso con su lasaña. |
Y con esto, queridos, me despido.
Os deseo a todos una feliz semana.
¡Nos leemos!
Besitos de sandía para todos.
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